Redescubriendo a Mark Twain

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Guía para viajeros inocentesDebo confesar que Mark Twain (o al menos los recuerdos que tenía de él) me gustaban poco. Leí varias veces y en varias etapas las aventuras de Tom Sawyer y Huck Finn, y seguían sin convencerme del todo. Pero gracias a dos recientes libros (uno de ellos, regalo de un amigo, seguidor incondicional del escritor), he redescubierto a este autor, y no solo me ha convencido, sino que he disfrutado muchísimo con las lecturas. El primero, Guía para viajeros inocentes, de Ediciones del Viento, recopila los artículos y cartas de viaje que Twain escribió durante un viaje que se anunciaba como “La gran excursión de placer a Europa y Tierra Santa” en los periódicos norteamericanos de 1867. Sus observaciones son un brillante testimonio del estilo de viaje turístico de la época, y la descripción de sus compañeros de viaje, de los sitios que visitan y sus habitantes no tienen desperdicio. El humor y la ironía son sus compañeros de aventura más importantes.

Los diarios de Adán y EvaEl segundo es un librito breve, ilustrado por Francisco Meléndez: se trata de Los diarios de Adán y Eva, publicado por Libros del Zorro Rojo. Una verdadera delicia: la visión sobre la posible relación entre Adán y Eva y las complicaciones que derivaron de ella. Eva es quien puede nombrar lo que los rodea, frente a Adán que no entiende del todo a esta verborrágica criatura: el hombre, la mujer y el verbo, en el inicio de los tiempos, con profundo humor, amor y ternura.

Así que quienes coincidan con la misma idea que yo tenía (un Twain lejano, escribiendo sobre las aventuras de dos jóvenes perdidos en algún lugar de los Estados Unidos del siglo XIX), tienen una oportunidad de recuperar estos títulos, para disfrutar con dos lecturas de las buenas, sin dudas. Y en dos impecables ediciones.

// Gabriela Pedranti es profesora del Taller “Entre el cuento y la novela” del Laboratorio de Escritura.

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