Ivan Klíma y el formato “samizdat”

El 10 de marzo se presentó el escritor checo Ivan Klíma en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona para dar una conferencia titulada “La palabra”. Leonardo Valencia, nuestro profesor del laboratorio de novela, nos deja un apunte sobre el autor de Amor y basura, reeditada hace unos meses por El Acantilado:
:: “Klima no habló de literatura, aunque su conferencia se titulaba “La palabra”. Eso dejó perplejo al público que llenó el auditorio del CCCB. Klíma revisó el lenguaje de la propaganda bajo el régimen nazi y soviético. Esa palabra “indudable, explicativa y sagrada” de la propaganda totalitaria, esa palabra que se pretende poseedora de una “santidad que siempre se consigue inventándose una lucha contra fuerzas infernales” y que declara objetivos grandiosos, fue el punto de exposición de Klíma. Citó a Goebbels, a Stalin, a Hitler. De Stalin recordó que aunque el individuo del régimen totalitario evitaba escuchar o leer la prensa propagandística, veía siempre su rostro por la calle, porque la propaganda está en todas partes. Un rostro, aclaró Klima, que había sido atacado cruelmente por la viruela, deformado por la viruela, pero que la propaganda pulía hasta dejarlo límpido y resplandeciente. La propaganda, decía Klima, que hace pasar su mundo ficticio por real, y que al mundo real lo muestra como ficticio. Todo lo que decía Klíma remitía a un mundo desaparecido, desgarrador, a testimonio histórico, hasta que dio el giro a su conferencia y habló sobre publicidad y sobre los noticieros. Lo que había dicho sobre la propaganda afloraba en los recursos de la publicidad, de los noticieros y su “corriente unilateral de lo catastrófico”. En el mundo ficticio y suave de la publicidad con productos ideales, mujeres y hombres ideales, hipotecas ideales. Como suele ocurrir con los intelectuales de Europa Central cuando hablan de política, sus palabras cristalizan el aire de Occidente y encuentran fisuras. Klima no habló de literatura ni de Kafka -su obsesión en esa estupenda novela que es Amor y basura, y que, a pesar de lo que dijera Philip Roth en la famosa entrevista que le hizo a Klima, de que las “molestas caídas en la trivialidad filosófica” afectan a la novela, son precisamente esas reflexiones las que construyen la particularidad de la voz de Klima. Tampoco habló de Kundera, ni de Hrabal, ni de Hasek. Jaume Vallcorba, el último editor de Klíma en España, habló del formato samizdat, el sistema de copia clandestinas por las que circulaban las novelas de Klima y otros autores prohibidos bajo el regimen totalirio en Checoslovaquia.
::: Así pasó Klima por Barcelona, hablando de la libertad del individuo, que se logra a partir de evitar las confusiones en el lenguaje. No habló de sus novelas. Habría que leerlo, casi clandestinamente. Leer, por ejemplo, Amor y basura, que se ha ido reeditado cada cierto tiempo, y que ahora vuelve de la mano de El Acantilado. Una novela llena de sutilezas, con un narrador que hace magníficas transiciones entre sus recorridos de resignado basurero en el régimen comunista, su historia de amor con una mujer y sus reflexiones sobre Kafka.”
Leonardo Valencia

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