La puerta abierta, Peter Brook

“Éste es el secreto. Como podéis comprobar, no hay secretos”.
Peter Brook

Me gusta leer a Peter Brook porque siento que me cuenta una historia, me explica con ejemplos su vida y por tanto me habla de teatro. Sin embargo, si su discurso no estuviera basado en una práctica escénica, si no viniera depurado por la experiencia, si no tuviera un límite de tiempo y espacio, me aburriría. La razón del aburrimiento la explica el mismo Peter Brook en su libro La puerta abierta:

“La vida en el teatro es más entretenida e intensa porqué está más concentrada. La acción de reducir el espacio y comprimir el tiempo crea un concentrado”.

¿El teatro es entonces un reducto de su vida?; ¿Teatro, es el refinamiento de un acontecimiento en un tiempo y un espacio?

En los juegos teatrales, los niños buscan constantemente equivalentes para poder representar las historias que quieren, sin prejuicios, aceptan los códigos que este lenguaje les da. Transforman el tiempo y el espacio sin mayor dificultad, creen fielmente en su juego. El actor, el director y el escritor de teatro puede aprender muchas cosas del niño: la capacidad de inmersión en el juego, el respeto a las reglas, su creatividad. Pero el oficio exige algo más: cultivar la capacidad de poder representar más que un juego. Los que hacemos teatro somos  buscadores incansables de equivalentes, el niño los encuentra por azar.

Hay dos elementos fundamentales en la búsqueda de equivalentes en una puesta en escena: el tiempo y del espacio. Digamos que estos dos conceptos son los organizadores de un todo. Son los que permiten disfrutar de ese fragmento de existencia representada “como si” fuera toda la vida. Si sabemos entramar el tiempo y el espacio de una obra, y buscar sus equivalentes en el escenario tendremos una gran parte del trabajo ganado.

Una cosa más me parece esencial comentar, y es que no hay una manera de llegar a una puesta en escena, ni a la escritura dramática, ni hay una manera de actuar, ni hay una forma de hacer teatro. Cada forma, cada estilo, cada categoría necesita de su propio estudio y auto-conocimiento, así que lo inteligente es saber como dice Brook en su libro que no hay secretos, ni fórmulas, hay técnicas, equivalencias y vida.

//Irma Borges es profesora del curso de Escritura Teatral del Laboratorio de Escritura.

  1. daniel dice:

    la verdad me gusta mucho como observa el teatro !!
    necesito una explicacion mas detallada en la parte de ” no hay nsecretos” en el libro la puerta abierta gracias!!!

  1. Todaia no hay trackbacks para esta entrada.

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