Laboratorio de Escritura

“Al principio tenés la intuición de algo. Pensás: “quiero un asesino, quiero un héroe, quiero una mujer enamorada”. A veces robás sus características de la realidad: tomás una cara, una voz… A veces los sacás de otra novela. A medida que avanza la historia vas encontrando los detalles y muchas veces retrocedés para agregarlos.De entrada, no tengo un personaje acabado, ni siquiera cuando se trata de personajes históricos. En la Historia están los datos, las fechas, las familias. Pero el personaje lo armás vos con tu imaginación.

Maria Esther de Miguel: ganadora de los premios Nacional y Planeta, entre otros. Es autora de “La amante del Restaurador” y “Las batallas secretas de Belgrano” entre otros.

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Lamentamos la pérdida de la gran escritora, poeta, editora y amiga barcelonesa, cercana a muchos de nuestros colaboradores, ella misma apoyo invalorable del Laboratorio de Escritura. Nos inspiró en su apertura intelectual y en su inagotable y generosa curiosidad.

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“Desde el final de la guerra fría ha nacido una nueva ideología que aplica el mercado libre al mundo del libro. Los que la defienden piensan que es el mercado el que debe decidir la suerte de un libro, lo que me parece horrible. El resultado es que cada vez se arriesga menos. En España el panorama no es tan sombrío como en Estados Unidos. Aquí todavía es posible evitar los desastres que ha provocado la política de mercado impuesta por los grandes grupos. Si dejamos que sea el mercado el que decida, la profesión de editor recibirá un fuerte golpe”

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“Like a piece of ice on a hot stove the poem must ride on its own melting. A poem may be worked over once it is in being, but may not be worried into being. Its most precious quality will remain its having run itself and carried away the poet with it. Read it a hundred times: it will forever keep its freshness as a petal keeps its fragrance. It can never lose its sense of a meaning that once unfolded by surprise as it went.”

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“Siempre he pensado que el sueño es muy importante. Cuando empecé se publicaban unos libros muy mal hechos, con papeles ácidos y malos, encolados a la americana, sin coser y con las cubiertas llenas de colorines. Yo había hecho estampación serigráfica y había trabajado en el mundo del diseño, y procuraba recuperar una tradición artesana que se había perdido. El diseño de los libros al principio chocó, se dijo que eran de lujo ¡Pero si eran cistercienses!”

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“Però, com diu Faulkner, escrivim sobre allò que coneixem. Amb els anys, la realitat esdevé simbòlica. Una de les coses que m’ha costat més a la vida és aprendre a escriure amb fredor, allò que deia Txèkhov, que en el moment d’escriure has de tenir el cor com si fos de marbre. Distanciar-se és un aprenentatge. L’escissió vida-literatura és difícil de viure-la. Poder viure per un cantó i escriure per l’altre. Suposo que calen anys d’aprenentatge per saber una mica què és la creació… I molt d’ofici.”

Fragment d’una entrevista a Montserrat Roig, publicada a la revista Cultura, l’abril de 1991

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“I do like to write dialogue: it’s a matter of developing the ear. There is so much unconsidered speech, one’s own included (not to speak of the audible nightmare of the cell phone), that expressive speech becomes a luxury. And, speech–in literature as in life–can crucially suggest what is not said.”

Shirley Hazzar entrevistada por J. D. McClatchy para Paris Review

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“Es una lucha cuando tengo que eliminar páginas. Reduzco novecientas páginas a ciento sesenta. Pero me encanta quitarlas. Lo hago con un placer masoquista, pero aunque quites ésas páginas, en verdad no lo haces. Escribir no es como la pintura en la que tu vas añadiendo, no es lo que pones en el lienzo lo que el lector ve. Escribir es más como la escultura en la que tu vas quitando, vas eliminando para que el trabajo final se haga visible. Incluso las páginas que quitas, de alguna forma permanecen.

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“Pienso en el lector porque mis escritos son cartas de amor en busca de un destinatario. Me veo buscando a ese lector acercándome a él. Pero no me preocupa cómo va a interpretar lo que escribo, y sé que cada uno de ellos va a hacer una interpretación diferente. Mi objetivo es que lo que escribo sea suficientemente elocuente para que el lector construya su mensaje.

Lo que espero de mi escrito es que tenga la capacidad de provocar en el lector su traducción personal. Espero que penetre más allá de su indiferencia. ¿Y cómo se consigue que haya traducciones, que el lector haga suya la obra y no se quede en una lectura superficial? Eso es el arte de escribir y en cierta medida debo tenerlo porque los lectores me escriben o me abordan para contarme qué les dijo una determinada novela”

José Luis Sampedro La escritura necesaria

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