El dictador, los demonios y otras crónicas, Jon Lee Anderson

El recientemente fallecido escritor y periodista argentino Tomás Eloy Martínez afirmaba que la única manera de devolver la dignidad al oficio periodístico era volver al origen, es decir, contar historias que creen un interés en el lector desde la primera línea. Si esta afirmación es correcta, Jon Lee Anderson es uno de los baluartes del arte de contar historias “reales”.

En El dictador, los demonios y otras crónicas, el periodista norteamericano despliega todas sus capacidades para desarrollar uno de los géneros del oficio más complejos: el perfil. A través de diferentes puntos de vista, en muchos casos antagónicos, Anderson logra desvelar la personalidad de diversos personajes como Augusto Pinochet, Fidel Castro, Hugo Chávez, el Rey Juan Carlos I de España o Gabriel García Márquez.

Anderson logra, como todo gran periodista, mantener una prudente distancia de los hechos aun cuando escribe en primera persona y es parte de los mismos. Evita cualquier tipo de juicio o crítica con el objetivo de no intervenir en la opinión que se forme el lector. Sus textos, sin embargo, en ningún momento se muestran planos o vacíos (como si se tratara de una cámara de vídeo), al contrario, consigue que el lector se introduzca en cualquiera de los mundos que describe.

El valor del libro de Jon Lee Anderson es que logra mantener la tención en todos sus relatos gracias a la profudidad de sus investigaciones. Su información contrastada hace imposible que podamos dudar de que los hechos que narra de verdad ocurrieran. Cuando el lector cierra el libro no tendrá más remedio que volver a la frase tantas veces dicha de que ‘la verdad siempre supera a la ficción’.

//Carlos López-Aguirre es profesor del curso de No Ficción del Laboratorio de Escritura.

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