Pedro Páramo ya no vive aquí, Paco Nadal

Pedro-Paramo-ya-no-vive-aquiSi algo me agrada del libro Pedro Páramo ya no vive aquí de Paco Nadal es su sinceridad. No tiene mayores pretensiones que la de contar su periplo por diversas ciudades mexicanas como si lo hiciera en una charla de café. No intenta hacer un análisis sociológico del país azteca, ni desentrañar el carácter particular de los mexicanos, sino simplemente se deja llevar por lo que ve y ofrece su personal punto de vista, tal y como lo hace cualquier turista por el mundo.

El viaje de Nadal es envidiable: descubre las zonas indígenas de Chiapas; sobrevive a la Ciudad de México; busca a Pedro Páramo, a quien por supuesto no encuentra, en la mismísima Comala de Rulfo; se pierde en la Sierra Tarahumara (rarámuri, por favor, nos dirían sus habitantes); se enfrenta al mito de Pancho Villa en Chihuahua y “viaja” con peyote en Real de Catorce.

La frescura del texto de Nadal nos permite, de alguna manera, entrar de lleno en la cabeza de un turista español. No oculta aquello que le disgusta, como el café que le sirven en una fonda en la Ciudad de México y desea sinceramente estar en ese momento en Italia; tampoco niega su malestar de que los mexicanos consideremos a Pancho Villa un héroe o simplemente no comprende del todo el sincretismo indígena en San Juan Chamula. Igualmente es llamativo en su narración su empecinamiento en dividir a la población mexicana en indígenas, mestizos y blancos, como si la Colonia hubiera acabado ayer.

Quizá para un lector español que ha conocido México o para un mexicano, algunas de las apreciaciones de Nadal no sienten del todo bien. Así que antes de entrar de lleno en el libro, lean con detenimiento el prólogo de Ángeles Mastretta, quien nos descubre el valor de la mirada personal, concreta, por encima de cualquier abstracción o prejuicio, de Paco Nadal.

// Carlos López-Aguirre es profesor del curso de No Ficción del Laboratorio de Escritura.

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